El concepto de «Sociedad de la Información» es consecuencia de la extraordinaria expansión de las redes de telecomunicación, y en especial de Internet, como vehículo de transmisión e intercambio de todo tipo de información. Su incorporación a la vida económica y social ofrece innumerables ventajas, como la mejora de la eficiencia empresarial, el incremento de las posibilidades de elección de los usuarios y la aparición de nuevas fuentes de empleo.
Sin embargo, la implantación de Internet y las nuevas tecnologías tropieza con algunas incertidumbres jurídicas que es preciso aclarar para generar en todos los actores intervinientes la confianza necesaria para el empleo de este nuevo medio.
Precisamente este es el objetivo que persigue la
LSSI:
regular el régimen jurídico de los servicios relacionados con Internet y la contratación electrónica.