Ante el aumento de denuncias relativas a presuntos fraudes en la adquisición de bienes o servicios a través de páginas web que simulan un origen, titularidad u objeto que se revela falso en el momento de materializarse la operación comercial, a continuación, se recogen algunos consejos para evitar, en la medida de lo posible, estas situaciones:

Comprar productos de primeras marcas en páginas web con una dirección extraña debe ya ponerte sobre aviso.

Como norma general, las marcas tienen direcciones web cortas con su nombre.

Por lo tanto, debes fijarte en que la URL sea compacta, sin textos añadidos a la marca en cuestión. Si observas algo raro, asegúrate de que estás comprando en el lugar correcto.

Las páginas web de productos originales suelen poner a disposición de los consumidores los datos de la empresa, contacto, dirección, etc. en un enlace visible y accesible.

Si estos datos no aparecen, los que aparecen no se corresponden con la localización de la empresa o resultan extraños, puedes estar ante un fraude.

Si los textos carecen de la sintaxis adecuada, aparecen errores gramaticales graves o vocablos desconocidos, pueden ser el resultado de una traducción automática.

Este es otro motivo para hacernos dudar de la verdadera identidad del prestador, sobre todo, si la página es aparentemente española.

Si en la web aparecen ofertas con un precio anormalmente bajo en relación con el habitual del producto o servicio es mejor ser precavido y desconfiar.

Poner la URL que quieres verificar en un buscador web te puede proporcionar información sobre si otros usuarios han tenido algún problema con la misma.

Ninguno de estos consejos es definitivo, pero si eres precavido, utilizas el sentido común y te informas antes de efectuar una compra es más fácil evitar el fraude.